Como siempre una de estas noches sin poder dormir, ya no se lo que hare, esto arraigara muchos problemas fundamentales en un futuro cercano, muy bien… me encontraba bastante deprimido y reprimido por cosas poco usuales en la vida cotidiana, decidí mirar en internet unos videos de ateísmo y sadismo, a veces cansa ver lo mismo y es propicio mirar algo distinto, nada calmaba mi impetuosa ansiedad, mi habitación se vestía de luto por tal soledad, la chica que tanto ame, esta vez se fue de verdad, me atormente cuando apenas lo recordé, quise escuchar unas canciones para calmar las alucinaciones tétricas que mi corazón me sobreponía, nada servía, lance una ironía al aire y me fue respondida con un claro mensaje, “The Beatles”, accedí a la respuesta buscando los viejos discos en mi ordenador, dentro de poco me dije de que como podía ser tan idiota, ¡los había borrado!, que delito tan grave cometí, con esta música no se juega, va mas allá de los limites imaginarios, me tome la molestia de descargarlos todos con unas ganas irreconocibles, el primero que deseaba con mas ganas escuchar era: “Let it be”, temas que calaban en lo mas profundo del corazón, el que hizo caer una lagrima sobre mi mejilla, “Across the universe”, Los Beatles hacían verdaderas obras de arte, pero el que me hizo explotar en llanto incontrolable de felicidad y contrariedad, “Here, there and everywhere”, tantas maravillas, la tranquilidad recorría mis venas, sin contar el porro que me acababa de fumar, entendí que en el trayecto absuelto siempre se nos da una oportunidad, para que estar triste sin sentido encerrado en el olvido, si hasta a veces envidio la vida de los demás, si los demás lo consiguen, ¿porque yo no?, una metáfora planteada en el ánfora de la cumbre central de la brutalidad, son cosas abstractas pero con sentido de verdad, sin darme cuenta esta a punto de amanecer, tantas sonrisas están a punto de despertar en mi ciudad, tantas penas y melancolías que algunos anhelan eliminar, que tristeza que no se nos cumpla lo que pedimos con el alma a un dios inexistente para el sabio bohemio, en la vida es mejor no ser marioneta de nadie y menos de alguien que no es ni real, se que no están de acuerdo con mi ideología, pero eso no me importa, al final verán la verdadera verdad en la luz del portal que muchas veces consideramos superficial, para mi es tiempo de cambiar, tratare con fármacos, pastillas, porros y algunos ahorros de penas, para que no se cumpla mi condena, cansado de decir: ¡maldita sea!, mejor encuentro una solución a esta dilema de aflicción y empiezo a escribir en este corazón de cartón, la soledad esta mas cerca de lo mejor…
Atte. Michell Stevens (El culpable).
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