Traductor

miércoles, 9 de mayo de 2012

Entre pirotecnia y empatías renacidas.


 

Después de una tarde pasada de tragos, desperté en mi cama un poco atontado por fuegos artificiales que reventaban a media noche en un festejo particular, algunos no tienen nada por dar, sin embargo dan sin cesar, es una pena que no haya tormento en los lugares que no frecuento, si en la paredes deje memorias turbias sin fronteras, en la chaqueta de mi amigo Miguel deje grabadas las letras de un verano ocasional, aquella vida sensacional pasada que llevaba en tiempos pasados, que tiempos… memorias para recordar, cartas para enmarcar, pero el tiempo pasa, las personas cambian o tal vez nunca supiste como eran realmente, simplemente no queda otra realidad ausente, dicen que les doy pena así, pero no entiendo ni comprendo, yo elegí perderme entre bares locales, yo elegí las drogas que consejos especiales, la gente no sabe que hacer hoy en día que no se preocupa por tonta vida, que de seguro hasta debe estar mas perdida que la mía, les importo tanto que estoy en todas sus fantasías, que ironía, la tierra que floreció bajos sus pies es de la fe inmadura de lo que no es, creo que voy a cambiar, pero por mi voluntad, no será fácil con dos sentimientos para olvidar, en los vértices del tiempo anidan los sentimientos, cuesta seguir cada día con el recuerdo, si tan solo también hubiera una pastilla psiquiátrica para esto, seria tan distinto, cuesta pero igual sigo, al menos las alegrías se celebran con vinos de alta calidad, en los subterráneos solo lo celebran con caridad controversial, no se si lo explique bien y alguien me pueda entender, a veces pienso que el único que podría entenderme de verdad, en esta soledad momentánea soy yo y nadie mas que yo, soy un chico bastante complicado de comprender, no me puedes ver si buscas una respuesta de la que no presientes, somos ausentes, todos somos ausentes, empatía y melancolía, cosas singulares de esta apática vida, los pretextos solo condicionan mi alma, miro la ventana, que pena saber que llegara la mañana, extraño tanto esas noches con tantas palabras desesperadas por un amor que ya no esta, las cosas que siempre queremos se van mas rápido que el viento de invierno, ella era indescifrable, nunca era clara, la brisa de esta madrugada solo atormenta otra vez mi alma, pero voy a seguir, sé que podre…

Atte. Michell Stevens (El culpable).

No hay comentarios:

Publicar un comentario